Significado de Usufructo: tipos y extinción

El derecho de usufructo puede ser temporal o vitalicio. En el primer caso, el usufructo temporal, se marcará previamente una duración; por ejemplo, 20 años. En el segundo caso, el usufructo vitalicio, durará lo mismo que la vida del usufructuario, es decir, este mantendrá el derecho hasta su fallecimiento. Lo más habitual son los usufructos vitalicios obtenidos en una herencia.

El usufructo legal se erige como uno de los tipos de usufructo que está constituido por disposición legal. El más común es el usufructo legal del cónyuge viudo, que se da cuando muere uno de los dos miembros del matrimonio. Los bienes del difunto quedan pendientes de repartir entre sus herederos (normalmente, las hijas e hijos). En la sucesión intestada, en el Derecho común español el cónyuge tiene el usufructo del tercio de mejora y en el Derecho catalán se tiene el usufructo de todo el patrimonio del cónyuge. No obstante en testamento, se puede ampliar o reducir el usufructo del cónyuge, siempre cumpliendo la ley.

En el usufructo voluntario, las personas voluntarias pueden hacer un acuerdo en vida, llamado inter vida; o mortis causa, es decir, mediante testamento. En cuanto a su duración, los usufructos pueden ser temporales o vitalicios. El temporal se concede por un plazo determinado y establecido previamente. El vitalicio termina cuando fallece el usufructuario. Es muy frecuente que un matrimonio se deje en testamento el usufructo universal y vitalicio de todos los bienes.

Los usufructuarios podrán usar y disfrutar el bien y las rentas que este pueda generar durante la duración del título.

La persona usufructuaria de una vivienda podrá vivir en esta y cobrar las rentas que genere si se alquila. En ningún caso podrá vender toda la propiedad sin el consentimiento de los nudo-propietarios. Además, podrá reformar la casa siempre que no altere su forma o sustancia pero, no podrá reclamar la restitución económica por dichas reformas.

El usufructuario también dispone de ciertas obligaciones establecidas por la ley como la realización de inventarios de los bienes de la vivienda y su tasación, el uso con cuidado de la vivienda, hacer efectivo el pago de las contribuciones o realizar las reparaciones necesarias.

En las herencias, es muy común que las viviendas queden en usufructo para las parejas de los fallecidos. De este modo, se mantiene la casa principal sin que pueda ser vendida hasta que finalice el usufructo.

Si la sociedad genera beneficios, el usufructuario también tendrá derechos sobre ellos.

Un usufructuario de una cuenta corriente podrá utilizar el dinero que haya en ella, pero deberá devolverlo al finalizar el usufructo. Sin embargo, si se podrá quedar los posibles intereses generados con ese dinero.

Las causas que llevan a la extinción de un usufructo pueden ser diversas. Se establecen en el artículo 513 del Código Civil.

1. La muerte del usufructuario
2. El vencimiento del plazo estipulado (si se trata de un usufructo temporal)
3. El cumplimiento de la condición resolutoria (si quedó sujeto a ello)
4. La renuncia de un usufructuario
5. La consolidación en la misma persona de usufructo y nuda propiedad del bien en cuestión
6. La prescripción extintiva.

Si eres el nudo propietario de una vivienda y ha fallecido el familiar titular del usufructo que vivía en ella, te has convertido en el propietario completo de ella. Pero deberás cancelar el usufructo en el Registro de la Propiedad. Para ello tendrás que otorgar la correspondiente escritura de extinción de usufructo (también se puede hacer directamente en la escritura de herencia). Deberás acreditar el fallecimiento del usufructuario mediante el certificado de defunción pertinente. Posteriormente habrá que liquidar el impuesto, para lo que se necesitará saber el valor que originalmente se le dio, por tanto deberá aportar la escritura original para facilitar el trámite. Por último, proceder a la inscripción en el Registro de la propiedad.